A prueba 5 discos duros y 5 llaves de memoria USB 3.0

Información de alta velocidad

Aunque su implantación ha sido más lenta de lo esperado, la conexión USB 3.0 ya está disponible en casi todos los equipos nuevos.

Pero si quieres aprovechar todo su potencial necesitas una unidad preparada para ello.

Conforme se suceden las mejoras y avances en el mundo de la tecnología y las comunicaciones, las necesidades de mayor capacidad de almacenamiento se hacen más acuciantes: cámaras con un mayor número de megapíxeles que generan archivos de gran tamaño, televisores de última generación que necesitan de voluminosos archivos de vídeo HD para mostrar su máxima calidad de imagen, o conexiones ADSL de alta capacidad con las que podemos descargar ficheros de varios gigas en cuestión de minutos.

Si, además, quieres tener esta información disponible en todo momento y no desesperarte con los tiempos de lectura y escritura, la solución es un disco duro portátil o llave USB de lata capacidad con conexión USB 3.0.

Merece la pena

Aunque todavía existe diferencia de precio, sobre todo en el segmento de las llaves USB, con sus homólogos USB 2.0 las diferencias entre los dos estándares son sustanciales.

La especificación USB 2.0 tiene una tasa de transferencia máxima de 480 Mbps frente a los 4,8 Gbps de los dispositivos USB 3.0, es decir, hasta 10 veces más rápido.

Este aumento de velocidad está supeditado a un mayor número de líneas de transferencia, motivo por el cual los cables USB 3.0 son más gruesos y menos flexibles.

Obviamente estos valores sólo se podrían conseguir, en ambos casos, en situaciones ideales que nada tienen que ver con nuestro día a día. Aún así las diferencias entre ambas especificaciones, y así lo demuestran nuestros test, son evidentes.

En lo referente a energía también encontramos cambios entre ambas versiones, un puerto USB 2.0 suministra un máximo de 500 miliamperios, motivo por el cual algunos discos USB 2.0 necesitan de alimentación suplementaria para su funcionamiento.

Con USB 3.0 no existe este problema, ya que un puerto con esta especificación puede suministrar hasta 900 miliamperios, lo que además de eliminar la necesidad de alimentación suplementaria permite, por ejemplo, recargar baterías a una mayor velocidad. Para compensar este mayor rendimiento energético, USB 3.0 utiliza un nuevo protocolo que permite activar el modo reposo cuando no se utilice el dispositivo, de esta forma el consumo se puede equiparar al de un puerto USB 2.0.

Retro-compatibilidad

En sus sucesivas evoluciones la conexión USB ha permanecido inalterada gracias a un sistema de conexiones en paralelo que garantiza la compatibilidad entre las diferentes especificaciones.

Este es uno de los secretos que convertirse en un estándar presente en todo equipo que se precie. Pero ojo, si tu equipo no dispone de conexiones USB 3.0 podrás conectar tu disco o llave USB sin ningún problema, aunque la velocidad de transferencia descenderá hasta los límites marcados por la versión USB del equipo.

Los dispositivos comparados fueron discos duros y llaves USB 3.0

Accede a través de los enlaces para ver los resultados individuales.

Las llaves USB comparadas fueron:

Mientras que los discos portátiles sometidos a prueba fueron:

Conclusiones de la comparativa

Aunque puedes realizar una lectura independiente de los resultados según tus necesidades de compra, resulta realmente interesante efectuar un análisis global.

De él se desprende que el ganador de la comparativa de llaves de memoria, SanDisk Extreme USB 3.0, se alzaría también como ganador absoluto, ya que consigue superar al resto de dispositivos, incluidos los discos duros, en todas las pruebas de rendimiento realizadas.

¿Capacidad de almacenamiento o versatilidad de uso?

Sin duda, la respuesta depende de tus necesidades. Los discos duros ofrecen una amplia capacidad de almacenamiento, unas 15 veces más que las llaves USB analizadas, a costa de un peso hasta 10 veces superior, un tamaño mucho más voluminoso que compromete su transporte, y la necesidad de un cable de conexión. Las llaves de memoria tienen mucho más limitada su capacidad, pero 64 GB resultan más que suficientes para llevar siempre encima gran cantidad de información, incluidas películas en HD y miles de fotografías a máxima resolución. Todo en un formato reducido, resistente a golpes y con cenexión sin cables y directa al equipo.

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