El Internet De Las Cosas Será La Próxima Revolución

Cuando Internet esté en todo

Hoy, solo el 1 por ciento de los objetos del mundo está conectado, pero la revolución está a la vuelta de la esquina. Veamos las posibilidades y los problemas de esta hiperconexión.
El Internet De Las Cosas

El futuro tiene un nombre poético: el Internet d elas cosas. The Internet of Things.

Como dicen los anglosajones, es una tendencia que moverá en las próximas décadas cantidades ingentes de dinero e ingenio. Detrás de este pastel, van a estar las grandes operadoras, pues el tráfico se multiplica; y los fabricantes de dispositivos de acceso y de red, pues se requerirán más ancho de banda e infraestructuras para hacerlo posible, además de miles de millones de sensores y aparatitos con capacidad de conexión. También están muy expectantes los fabricantes de coches, los gestores del sector sanitario, las empresas de logística o de seguridad e incluso los políticos.
Y es que el Internet de las cosas cambiará la faz de los hogares y permitirá tener información al minuto del transporte y de nuestros movimientos por la ciudad en la que vivimos, o de nuestras constantes vitales.

Objetos con una IP

Básicamente, esta hiperconexión consiste en que cada dispositivo que exista a nuestro alrededor vaya dotado de una dirección de Internet, y por tanto de capacidad para comunicarse con otros objetos. Es decir, Internet saldrá del redil de la informática y colonizará cualquier cacharrito que se nos ocurra, y otros que ni imaginamos. Esa comunicación se hará por muchos medios:WiFi, WiMax, RFID, 3G, LTE, Bluetooth, NFC... "no solo hablamos de dispositivos que hoy ya tienen electrónica, como pueden ser una lavadora o un frigorífico, sino de otros que hasta ahora no la tenían, como una bombilla, un interruptor, un termostato, e incluso dispositivos mecánicos" dice Jordi Palet, CEO de la empresa Consulintel y experto en el protocolo IPv6, que será el que haga realidad este mundo hiperconectado.
Según Palet, el Internet de las cosas hará las delicias del más sibarita, permitiendo, por ejemplo, que la iluminación de la casa se adapte al programa de televisión que vemos sin que nosotros tengamos que mover un dedo. O detedtando nuestro estado de ánimo y cansancio y seleccionando la música apropiada, o incluso proponiendo los ingredientes de la cena según la actividad y consumo calórico del día. "Controlar qué tenemos en la nevera desde el supermercado, iniciar una lavadora desde la oficina o activar el aire acondicionado cuando estamos en el coche, camino a casa, son solo algunas de las cosas que ya se pueden ver", asegura José María Zamora, director de mercadotecnia de LG, un fabricante que en el pasado CES de Las Vegas deslumbró con muchos de estos electrodomésticos inteligentes.

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