Sistemas de escritorio y “todo en uno”

Los pronósticos de lo que sucederá al final de la era de la PC andan circulando desde hace años y son cada vez más dramáticos e inexactos.

¿Por qué tiene que morir la PC de escritorio ahora, precisamente cuando más interesante está?

Claro, hay cambios drásticos en el horizonte y quizás los sistemas de escritorio de antaño ya no se parezcan a los modelos de ahora, pero soy partidario del cambio y de la evolución en la industria de la tecnología; si no avanzas, te estancas.

Hubo un tiempo cuando los modelos de escritorio “todo en uno” se veían como un lujo que no servía para satisfacer las necesidades del usuario promedio.

Ocupaban las paredes en las películas de ciencia-ficción y mostraban programas futuristas que no servían un propósito claro. Hoy se han convertido en pieza fundamental para las compañías de PC que buscan mostrar el lado glamoroso de la computación de escritorio.

Por ejemplo, Vizio dejó de enfocarse en sus televisores y sus reproductores de medios para crear la nueva CA24-A2, una hermosa computadora con capacidad táctil que es una maravilla para los medios.

Más baratas y más fuertes.

Con cada nueva generación de procesadores, las PC “todo en uno” se están convirtiendo en máquinas de potencia viables. En años pasados, sería difícil encontrar algo decente incluso por US$1.500. Hoy se pueden encontrar montones de opciones por debajo de US$1.000, lo que permite a toda clase de usuarios disfrutar de los beneficios de estos modelos sin quedarse arruinados. En el futuro, casi todas las PC estarán equipadas con tarjetas de gráficos discretas para manejar los juegos básicos a una velocidad de cuadros decente y ofrecerán capacidades de medios incorporados como Blu-ray y las aplicaciones de vídeo por pedido.

Además, casi todas las familias adoptarán las computadoras como su centro de entretenimiento.

Con controles táctiles a los que todos pueden acceder con facilidad, independientemente de la experiencia que tengan con la PC. Estos equipos emigrarán de los rincones solitarios y oscuros de una oficina casera a la sala, a la cocina o a otras áreas donde la familia se congrega para entretenerse disfrutando de películas, televisión, aplicaciones creativas y juegos.

El equipo de escritorio convencional que conocemos –las unidades en forma de torre que se esconden debajo de un escritorio o se exhiben prominentemente como un auto deportivo– seguirán siendo populares en ciertos nichos como los formados por los jugadores y los propietarios de empresas porque satisfacen dos extremos del espectro en la utilización de la PC.

Seguirán siendo la opción más barata para la computación básica y para la productividad cuando el glamour y la potencia de gráficos no sea necesaria. Sin embargo, comenzarán a encogerse; sólo en este año pasado hemos visto las computadoras para negocios reducirse al tamaño de una caja de zapatos y algunos modelos, como la Lenovo ThinkCentre M92P, incluso puede montarse bajo un escritorio en un espacio oculto y reducido.

Por otra parte, las computadoras para los entusiastas seguirán creciendo hasta alcanzar el tamaño de un pequeño refrigerador a fin de acomodar tarjetas de vídeo extras y sistemas de enfriamiento por líquido. Estos sistemas relucirán y brillarán con pinturas especializadas e iluminación interna, personalizados al punto de convertirse en obras de arte. Uno de estos productos es la Digital Storm Aventum, que se enorgullece de su tamaño y de su peso aplastante; casi es posible usarla como una mesa de centro. Estos modelos se mostrarán orgullosamente junto al escritorio con varios monitores y suficientes equipos para hacer que parezcan la sala de control de una nave espacial.

Aunque la mayor parte del público tal vez acuda a sus teléfonos y tabletas para hacer algo rápido mientras se desplazan, la verdadera potencia de la computación todavía vendrá de ese aparato enchufado en la pared.

El futuro de los equipos de escritorio es prometedor y continuo, no importa lo que se declare radicalmente en su contra.